historia y crítica





Entrevista con Jack Warner,
director del teatro la fragua




El personaje de nuestra entrevista de hoy no tiene nada que ver con el fútbol; pero sí con el arte y la formación de personalidades. Jack Warner fundó el teatro la fragua en la ciudad de Olanchito, Yoro, un 19 de julio de 1979, en una casita de adobe convertida en teatro. En 1980 se trasladan a El Progreso, Yoro, a un edificio que remodelado aloja a 300 espectadores. Su labor desde entonces ha sido ininterrumpida, contribuyendo al desarrollo de la cultura hondureña y centroamericana.

Seis pies de estatura, muy delgado, increíbles y expresivos ojos claros, pelo entrecano y una singular cola de caballo amarrada a la nuca que lo diferencia del sacerdote del pueblo al que estamos acostumbrados.

Jack Warner, jesuita de origen norteamericano, pero hondureño de corazón, en los 18 años que ha residido en Honduras ha logrado crear el primer teatro de la cultura popular (Neomedieval) de nuestro país y quizás también primero de América Latina. Sus manos han moldeado un incontable número de jóvenes que desde las barriadas y comunidades más humildes han llegado a forjar personalidades valederas ante la sociedad en que vivimos.

Hoy por hoy su obra sigue vigente y en expansión, y es importante para los hondureños conocer la historia de este hombre que vino del gran país del norte, dejando atrás una vida menos complicada y que en algunas alocuciones ha expresado: "El arte y la religión brotan de la misma raíz, brotan de la necesidad de ponernos en contacto con algo más allá, algo más grande que la pequeñez que sentimos como seres humanos frente al universo."


Hijo de piloto

Jack Warner vio la primera luz en Virginia, Estados Unidos, un 18 de octubre de 1944. Hijo de un piloto de la segunda guerra mundial, vivió en diferentes lugares por el traslado continuo de sus padres a bases militares.

La primaria la estudió en Arkansas y San Luis y posteriormente la secundaria en el colegio de los Jesuitas de San Luis, para después lograr el primer título de licenciatura en filosofía.

TIEMPO: ¿Cómo nace la vocación sacerdotal en Jack Warner?

JACK WARNER: Todo el mundo siempre pregunta eso. No me acuerdo muy bien...(risa)...hace muchos años. Desde la primaria mi familia es religiosa, pero no surgió muy fuerte en la primaria, más bien en la secundaria.


El sacerdocio, una manera de buscar un futuro

TIEMPO: ¿Hay alguien que influye?

JACK WARNER: Sí, en eso seguro, uno de mis maestros jesuitas en la secundaria, hay dos especialmente, que me influenciaron bastante en la decisión. Para mí, parte de la decisión fue mirar las posibilidades alrededor.

TIEMPO: ¿Para el futuro?

JACK WARNER: Me acuerdo muy claro de eso cuando estaba como en el último año de high school, me preguntaba ¿a dónde voy a ir? ¿Qué voy a hacer? Una de las cosas que yo vi fue el trabajo que estaban haciendo los jesuitas que conocía, era más que estar ganándose el pan de cada día, estaban de veras contribuyendo al desarrollo.

TIEMPO: ¿Fue una manera de buscar un futuro?

JACK WARNER: Un futuro donde yo veía que podía desarrollar mis aptitudes, podía desarrollarme como persona -eso por un lado-. Y por otro lado, que podía usar esas mismas aptitudes y mi persona para ayudar a los demás.

TIEMPO: Entonces surge la enseñanza del magisterio. ¿Posterior al magisterio a qué se dedica?

JACK WARNER: Después de eso, realizo tres años de estudio de teología y fue precisamente durante esos tres años que comencé a estudiar español por primera vez, antes que eso francés.


Su llegada a Latinoamérica

TIEMPO: ¿Había alguna mira en ese estudio del español, tal vez venir a países latinoamericanos?

JACK WARNER: De hecho fue pura casualidad, en un período de vacaciones durante esos estudios un compañero que ahora está trabajando en Belice quería ir a Bolivia a estudiar español, antes de eso prácticamente Latinoamérica no existía en mi manera de pensar, no quiere decir que lo rechazaba, simplemente no había entrado en mi pensamiento, pero en unas vacaciones que no tenía nada especial que hacer decidí conocer América Latina. Tenía un amigo muy bueno que me dijo antes de que saliera: Vas a ir allá y nunca vas a regresar. Yo le dije, Ah, eso es imposible, pero eso es lo que pasó básicamente.

TIEMPO: ¿Cuánto tiempo en Bolivia y qué hace en Bolivia?

JACK WARNER: Dos meses de estudio, pero después de ordenarme en 1974, y que terminé los estudios de teología, fui a Bolivia como año y medio. Primero pasé el primer mes en estudios del idioma y después trabajé por un tiempo con una casa para niños, algo como SOS, que tenían los jesuitas allá y con una emisora de radio, también de los jesuitas en ese momento, en Sucre, Bolivia. En esos años tenía planificado que después de ordenarme iba a hacer más estudios de teatro para tener un título formal de teatro.

TIEMPO: ¿Había estudiado ya teatro en ese intervalo de tiempo?

JACK WARNER: Pedazos, pero nunca había tenido un programa formal, no tenía título todavía, pero fue en esos años que estuve en Bolivia que iba formulando la idea de cómo el teatro podría servir dentro del contexto de América Latina; la importancia que podía tener, en mi opinión, en las zonas más rurales donde no tenemos acceso al Internet.

TIEMPO: ¿Hace el curso?

JACK WARNER: Sí, después de ese año y medio en Bolivia volví a los Estados Unidos a Chicago, a sacar el título de Goodman School of Drama.


Se queda en El Progreso

TIEMPO: ¿Escuela de drama en Chicago?

JACK WARNER: Sí, allá pasé tres años sacando el título de Master de Bellas Artes.

TIEMPO: Cuando sale de allí ¿cuál es la primera meta?

JACK WARNER: Desde allá llegué a El Progreso, Yoro.

TIEMPO: ¿Qué extraño designio del destino manda a Jack Warner a El Progreso?

JACK WARNER: Pues eso fue una combinación de cosas, en todos mis estudios formales de teatro ya tenía la idea de teatro en América Latina.

TIEMPO: ¿Pero no en qué lugar?

JACK WARNER: No estaba seguro en qué lugar, conocí a unos jesuitas en unas vacaciones en 1977, vine aquí a El Progreso para conocer, me gustó la estructura de parroquias que tenían los jesuitas, como una base que tocaba muchas partes de la zona rural y que creía que podía servir como una estructura de apoyo a mis ideas de un teatro popular.

TIEMPO: ¿Viene en qué año?

JACK WARNER: En enero de 1979, hace 18 años. Me acuerdo muy bien que llegué el mismo día que el Papa llegó por primera vez a México, que cosa curiosa.

TIEMPO: ¿Cómo recibió El Progreso a Jack Warner?

JACK WARNER: No exactamente como se recibió al Papa en México, -risas-. Al comienzo los primeros meses no sabía qué hacer y nadie entendía qué era lo que quería. La mayoría de la gente creía que estaba hablando de montar un cine, pero cuando arranqué en serio fue cuando un compañero me invitó a Olanchito para ver si podía hacer algo con el grupo juvenil que tenía y eso fue de veras el arranque.


Olanchito, tradición cultural

TIEMPO: ¿Hay más cultura en Olanchito?

JACK WARNER: Es curioso, es un pueblo tan recóndito y a la vez tan inaccesible, pero que mantiene más su tradición cultural, seguro más que El Progreso.

TIEMPO: Cuando regresa a El Progreso ya ha formado el teatro popular, ¿quién realmente le ayuda?

JACK WARNER: Depende de qué gente está hablando, para comenzar hay gente que sí, hay que no, es difícil acordarse y mis propias ideas han cambiado mucho con la experiencia.

TIEMPO: ¿Se logra moldear a la gente en alguna forma al enseñarle esta forma de teatro popular?

JACK WARNER: Yo creo que sí, estoy muy convencido que sí.


Los actores salen de cualquier parte

TIEMPO: ¿Los actores, de dónde los saca?

JACK WARNER: De donde sea.

TIEMPO: No importa lo que sea, si es un vendedor de la calle, si es un perito mercantil si es un jugador de fútbol, etc.

JACK WARNER: De hecho me gustaría tener más jugadores de fútbol porque normalmente tienen muy buena condición física que es cosa importante para comenzar.

TIEMPO: ¿Es importante en el teatro?

JACK WARNER: Es importantísimo.

TIEMPO: ¿Por qué, explíqueme?

JACK WARNER: El actor tiene básicamente su cuerpo para expresarse, es su instrumento, es como el guitarrista tiene su guitarra y tiene que mantener su guitarra en buena condición, de la misma manera el actor tienen que mantener su cuerpo, la voz depende de la condición del cuerpo y también su movimiento físico, es por eso que siempre en mi propio entrenamiento y en lo que trato de hacer con los muchachos siempre enfatizo el baile como una parte esencial de entrenamiento del actor para que pueda hablar con su cuerpo.

TIEMPO: ¿En este tipo de teatro el cuerpo habla más que la voz?

JACK WARNER: Mucho más. En esto yo soy discípulo del director polaco Jerzy Grotowski, mi director en Chicago Joseph Slowik, es polaco-americano y había estudiado con Grotowski y por medio de él heredé muchas de sus ideas y lo básico es precisamente que el lenguaje principal es el cuerpo, el lenguaje de la boca es secundario, es importante, pero no es primer plano.


Una identidad cultural

TIEMPO: ¿Exactamente cuándo nace con ese nombre de la fragua?

JACK WARNER: Casi desde el comienzo en 1979. Un 19 de julio.

TIEMPO: ¿Y por qué el nombre la fragua, porque iba a fraguar personas?

JACK WARNER: Exactamente. No tanto personas, fraguar una expresión de una identidad cultural, una expresión propia de la identidad hondureña y centroamericana.

TIEMPO: ¿Es difícil que lleguen candidatos para el teatro, o es fácil?

JACK WARNER: Llegan bastantes candidatos, pero es difícil que se queden.

TIEMPO: ¿Falta de...talento?

JACK WARNER: No es falta de talento sino que mucha gente tiene la idea que la actuación es algo fácil, me pongo frente a la gente y me visto bonito y eso es todo, y cuando metes a los muchachos a hacer ejercicios físicos serios, a trabajar duro, muchos no se quedan.


La opresión de la mujer

TIEMPO: ¿Cuánto tiempo dura más o menos el aprendizaje de alguien que pretende ser actor?

JACK WARNER: Depende de la persona, depende de sus actitudes y sus aptitudes. Lo que estamos buscando en este momento es tener un programa de aprendizaje, un grupo de los barrios donde por dos años los muchachos pueden ir aprendiendo por lo menos lo básico y desde allá someterse a un entrenamiento más serio. Diría que para la mayoría de la gente es como un año para prepararse seriamente.

TIEMPO: He notado que tiene más actores varones que mujeres. ¿Por qué razón? ¿Son más manejables para lograr adaptarlos al teatro popular, a la cultura popular?

JACK WARNER: Todavía no estoy seguro de que esa sea la razón, pero sí hay más varones y siempre ha habido. En gran parte se debe a la opresión cultural de la mujer. Hay tantas limitaciones sociales en contra de la mujer, sus papás no quieren que una muchacha aparezca en público. También el nivel de la gente más pobre siempre hay exigencias en la casa que consideran más importantes como lavar, cocinar, cuidar niños, es decir es parte el problema de la opresión de la mujer en la sociedad, eso influye bastante.


Todos los actores son varones

TIEMPO: Esa es la limitante ¿Actualmente cuántos varones tiene y cuántas mujeres?

JACK WARNER: En el momento depende cómo se cuenta porque tenemos en varios niveles.

TIEMPO: ¿Estelares?

JACK WARNER: Son todos varones los principales.

TIEMPO: ¿Puede manejarse una obra con sólo varones?

JACK WARNER: Sí, existen bastantes obras, de hecho he llegado a entender esto un poco con la experiencia en el teatro inglés y en todas las tradiciones de Europa. Hasta el siglo XVII las mujeres no actuaban en el teatro jamás. En el teatro griego, medieval, Shakespeare, en Japón, eran puros varones , es históricamente, creo que por lo menos en las estructuras más rurales de la sociedad estamos en muchas maneras en esos siglos y el teatro o esa actitud hacia el teatro refleja eso, poco a poco estamos superando eso, tenemos por ejemplo la escuela de ballet que son puras niñas.

TIEMPO: ¿Flor Alvergue estuvo con ustedes?

JACK WARNER: Ella fue la primera maestra que tuvimos. Desde hace dos años la lleva un cubano, Carlos Manuel Pérez que viene de la compañía de Danza Contemporánea de Cuba, está haciendo un trabajo excelente, él es un maestro.


El prejuicio de los bailarines

TIEMPO: ¿La escuela de ballet es para hombres y mujeres?

JACK WARNER: Es únicamente para niñas, mi esperanza es que de allí van a surgir muchos talentos.

TIEMPO: ¿Pueden tener un grupo extraordinario de bailarinas?

JACK WARNER: A la vez es curioso que tratamos de comenzar mixto, pero llegaban solamente niñas; para este año lo que vamos a añadir son clases de acrobacia para los niños.

TIEMPO: Las madres también tienen el prejuicio que si el varón baila ballet puede convertirse en homosexual.

JACK WARNER:

TIEMPO: Imagino que a los padres les cuesta enfrentar ese prejuicio.

JACK WARNER: Es curioso, yo vi desde el comienzo aquí que el baile de hecho es probablemente la forma más importante de la expresión, la gente joven especialmente todo mundo baila, desde los niños de 2 años hasta las viejas de 95 años, vi eso como una cosa muy importante para el teatro desde el comienzo porque eso es una expresión corporal que ya existe dentro de la cultura.

TIEMPO: ¿Nunca tuvo problema a raíz de ese pensamiento cerrado de la gente, por el hecho que usted entrenaba a varones para el baile, hubo críticas de algún tipo por decirlo así, sufrió alguna vez en carne propia algo de eso?

JACK WARNER: Hasta el momento no, ojalá que nunca.

TIEMPO: ¿Ni ha tenido problemas de ningún tipo por el éxito del teatro, a veces los éxitos tienen enemigos?

JACK WARNER: No públicamente por lo menos.


Único en Honduras

TIEMPO: ¿No públicamente?

JACK WARNER: Yo no sé, me imagino que existe hasta cierto punto, aunque lo que estamos haciendo con el teatro no entra en competencia con nadie.

TIEMPO: ¿Es un teatro diferente, único en Honduras?

JACK WARNER: Sí, que yo sepa casi único en América Latina. El año pasado nos visitó un director de Colombia, Orlando Cajamarca, tiene un teatro "Esquina Latina" en Cali, Colombia y entre los dos decidimos que probablemente los dos somos los únicos tratando de llevar esta clase de cosas, donde por un lado tratamos de hacer montaje de primera clase, profesionales, pero por otro lado tratamos de tener todo un programa de entrenamiento en los barrios, en las aldeas, en las zonas marginales.

TIEMPO: ¿Ha visto logros plasmados en estos jóvenes?

JACK WARNER: Oh sí. Creo que el teatro en cualquier contexto ayuda mucho al joven a formarse para aprender simplemente a expresar a poder ser mejor en la vida y poder tratar con gente con cierta presencia, con cierta facilidad.

TIEMPO: ¿Cómo se mantiene la fragua?

JACK WARNER: Eso a fin de cuentas resulta ser mi trabajo principal, hasta el momento nos mantenemos con donaciones desde fuera.


Las donaciones foráneas

TIEMPO: ¿Del país no reciben nada?

JACK WARNER: Muy poco. Continuamente tratamos de buscar más apoyo en parte porque veo si como institución va a seguir permanentemente tienen que tener su base económica aquí.

TIEMPO: ¿El día que no esté Jack Warner?

JACK WARNER: Entonces se pierde la base económica... No hay nada. Por eso tenemos que encontrar esa base económica, aquí ciertas cosas ya caminan, la escuela de ballet por ejemplo ya se paga.

TIEMPO: ¿Pero no veo que las entradas para ir al teatro la fragua, que puede servir eso como base económica?

JACK WARNER: En casi ningún teatro es posible eso, dicen por ejemplo que en el Metropolitano de New York donde cobrar $100.00 por butaca, todavía pierden medio millón cada vez que se abre el telón y todo lo demás tiene que ir subsidiado por algo. Básicamente sobrevivimos por medio de toda una red de individuos que reciben las cartas que mando.

TIEMPO: ¿Envían información, cartas?

JACK WARNER: Por medio de esas que van a todas partes del mundo tenemos una red de 1500-2000 personas que nos mandan una ayuda, aunque si son mil casos pequeños se van sumando y eso nos da más o menos la mitad del presupuesto del año. La otra mitad viene de estas agencias internacionales, principalmente de la iglesia en Alemania, Acción Cuaresmal Suiza, y en Irlanda, y un par de fundaciones en los Estados Unidos.

TIEMPO: ¿Pero siempre se ven apretados?

JACK WARNER: Sí. En estos días estoy pensando en eso, porque estoy cerrando la contabilidad del año y empezando de nuevo.


El nuevo centro en Tocoa

TIEMPO: ¿Cuántos muchachos hay en la fragua?

JACK WARNER: Estaba contando ayer, cerramos con 16 personas a tiempo completo el año pasado. Todas esas personas no son sólo actores, tenemos técnicos, iluminadores, mantenimiento, es una serie de cosas. En este año hemos abierto otro centro en Tocoa y tenemos gente allá a tiempo completo.

TIEMPO: ¿Más líos, padre?

JACK WARNER: Sí. Hace falta más dinero para mantener eso.

TIEMPO: ¿Qué plan aparte de eso tiene el teatro la fragua, obras nuevas?

JACK WARNER: Seguro que tendremos obras nuevas, todavía no hemos decidido cuáles. Este no es un buen momento para decir eso.

TIEMPO: ¿Padre, sabía que usted es un sacerdote peculiar, no es un sacerdote común y corriente, le han dicho eso?

JACK WARNER: La gente me ha dicho eso, pero yo soy lo que soy.

TIEMPO: ¿Se siente satisfecho de su vida o hay mucha tela que cortar todavía en la vida de Jack Warner?

JACK WARNER: Yo diría que hay mucho qué hacer todavía, ojalá que tenga la oportunidad de hacerlo, no me siento satisfecho con lo que he hecho, falta mucho.

TIEMPO: ¿El apoyo que ha recibido tal vez es mínimo de Honduras, pero El Progreso le apoya?

JACK WARNER: Otra vez depende. Hay personas. Tenemos ya en El Progreso todo un grupo, especialmente de los papás de los niños que están en la escuela de ballet, un grupo muy sólido de apoyo y a un nivel digamos de la municipalidad.


Los políticos ofrecen y no cumplen

TIEMPO: ¿Ha tratado, padre, de conseguir mayor apoyo oficial?

JACK WARNER: Hemos intentado, pero usted sabe cómo son los políticos, siempre promesas y qué bonito lo que están haciendo, pero nunca cumplen.

TIEMPO: ¿Por qué la fragua nunca se presenta en San Pedro Sula?

JACK WARNER: De vez en cuando lo hacemos. En parte es la dificultad de un local y el costo del local, digamos es el hecho de que tenemos tanto trabajo en las zonas donde estamos, aunque ahora que lo dice deberemos planificar eso para otro año hacer más amplias las presentaciones.

TIEMPO: ¿Cuáles son los requisitos para alguien que quiera participar en teatro la fragua?

JACK WARNER: Tener interés y tener disciplina, incluso eso se puede formar.

TIEMPO: ¿La edad?

JACK WARNER: No tenemos límite de edad, prefiero que no sean demasiado jóvenes para comenzar aunque de hecho a los quince años comenzaron muchos de los que ahora son los mejores, creo que más joven que eso tenemos un sistema de clases que creo que les sería más provechoso, y de llegar a cierto nivel de educación antes de arrancar tiempo completo. No tenemos limitaciones.

TIEMPO: ¿Las expectativas de la fragua para el año 97?

JACK WARNER: El nuevo lugar en Tocoa ya está funcionando desde el primero de noviembre. Tenemos dos cubanos que están encargados de eso, Juan Llompart y Mavis Delgado, son esposos, y están encargados del proyecto en Tocoa, ya hicimos una temporada de navidad.


Anderson y la fragua

TIEMPO: ¿Se inició con ustedes Guillermo Anderson?

JACK WARNER: Yo le ayudé cuando comenzaba sobre cómo estructurar un concierto y siempre hemos sido muy buenos amigos y todos los años Guillermo se presenta en el teatro y de hecho es el punto de más éxito que tenemos todos los años, el concierto de Guillermo.

TIEMPO:¿O sea que Guillermo es parte de la fragua de Jack Warner?

JACK WARNER: Sí, en el sentido muy real, no quiero decir eso muy públicamente.

TIEMPO: ¿Es fotógrafo también?

JACK WARNER: Sí, más o menos.

TIEMPO: ¿Fotógrafo, bailarín, actor y filósofo?

JACK WARNER: Lo de filósofo es de hace años, eso se quedó atrás.

TIEMPO: ¿Su vida está dedicada a eso, no hay hobies o vida personal?

JACK WARNER: La música en gran parte, y la lectura.


Sacerdote o artista

TIEMPO: ¿Qué tipo de música?

JACK WARNER: Cualquier tipo, pero lo que más me gusta es clásica.

TIEMPO: ¿Se separa mucho un sacerdote jesuita de lo que es una vida religiosa cuando se dedica a este tipo de cosas?

JACK WARNER: No. En mi opinión por lo menos no, parte de nuestra vocación como jesuitas es precisamente disponer de una formación profesional en algo sea matemática, sea lo que sea y dedicarse a ello. Además también trabajo con la parroquia en El Progreso.

TIEMPO: ¿Tiene labores cotidianas,obligatorias?

JACK WARNER: Cotidianas no, pero semanales sí. Tengo tres misas a la semana que hago con la parroquia.

TIEMPO: ¿Hace misa y con colita de caballo, es extraño ver a un sacerdote dando misa con colita?

JACK WARNER: Sí (sonríe ampliamente consciente de esa diferencia)


Reconoce sus vicios

TIEMPO: ¿Nunca le ha hecho falta una esposa?

JACK WARNER: Sí, hace falta en cierto sentido, no hay duda, pero por otro lado cuando uno no está casado queda más libre para dedicarse a su trabajo y a la gente a quien está sirviendo, si estuviera con una familia la mitad de mi tiempo tendría que dedicarse a esa familia y a esas personas, que es cosa bonita, no lo estoy negando, pero no ayudaría mucho eso es como lo veo.

TIEMPO: ¿Tiene vicios, cigarrillos, licor?

JACK WARNER: Sí, cigarrillos (enseña su paquete de Royal) Eso lo sé voy a cambiar a los suaves pero subieron el precio. Licor por los momentos no.

TIEMPO: ¿Nunca ha bebido?

JACK WARNER: Sí, he pasado por etapas que tomé bastante, pero lo logré dominar.

TIEMPO: Todos los humanos tienen debilidades y el hecho de ser sacerdote no lo priva de tener esas debilidades.¿Pero nunca se ha enamorado ni de ojos de una mujer?

JACK WARNER: Esa no es una pregunta para decir en público.


Seres humanos como cualquiera

TIEMPO: La gente cree que por el hecho de ser sacerdotes son seres inalcanzables que no se pueden tocar?

JACK WARNER: Es verdad que la gente tiene esa idea, todos somos seres humanos con defectos, con virtudes, con cualidades, con todo como cualquier otro.

TIEMPO: ¿El hecho de que puedan doblegar esas necesidades a veces los hace ser mejores de alguna forma?

JACK WARNER: Es la esperanza. Después de todo si uno no tiene debilidades no podría simpatizar con las debilidades de las otras personas.

Definitivamente Jack Warner es un personaje fuera de serie con defectos y virtudes como él lo establece, pero también con grandes cualidades. Como saber que es lo bueno sin conocer lo malo. Su labor se ve plasmada en logros tangibles a través de muchos jóvenes que han logrado superarse por medio del teatro de cultura popular. Es diferente a un jesuita común, es diferente a un ser humano común, es un artista de personalidades que busca a través del camino artístico forjar una nueva generación en una dedicación y entrega total a sus sueños.

-Farah Robles
TIEMPO, San Pedro Sula
enero, 1998






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