Hoy, aquí, frente a tus amigos y hermanos, teatro la fragua quiere decirte gracias: porque nos ayudaste a nacer, a caminar y a crecer. Te gustaba la literatura y también te gustaba el teatro. Para nosotros siempre estarán tus ojos y tu corazón presentes en cada dramatización, en cada iglesita de El Progreso, Tocoa, o Victoria, a donde nos invitaste a llegar con nuestros evangelios en vivo, en cada taller de teatro allá en tus amadas Victoria y Sulaco. Gracias, Fernando porque nos diste un lugar en tus luchas de justicia y hermandad, dándonos la oportunidad para ser voz, guitarra, lápiz, y sonrisa de este pueblo.

Ahora que has partido, las lágrimas han surcado nuestros ojos y un vacío inexplicable llegó para habitar nuestro corazón. Pronto tu cuerpo será tierra, aire, fuego, agua, los cuatro elementos creadores de la vida, cada vez que los invoquemos tendremos la certeza que estarás allí dándonos la inspiración para seguir actuando, cantando... continuando la vida.