Tuvimos que cruzar a pie el puente “La amistad”, porque el puente vecino “La democracia” a causa del terremoto se cayó. Ese día 28 de mayo nos dirigimos a San Pedro Sula a tramitar el pasaporte; luego de unos días teníamos cita con la embajada mexicana, pues, no nos negaron la visa. ¡epa! ¡Vamos pa' México! Felices nosotros los actores de la fragua; Íbamos en la paila del Fiat, comentando acerca de el chile e imaginando a México, igual haciendo planes: ¿qué cosas que llevaríamos en la gira? Cámaras digitales, cámaras de video, telífonos con cámara, etc. Yo en lo personal recordaba la obra “Un Sueño Nuevo” cuando en una de las escenas dice que vamos pa México ¡hijaa, allá vamos a ver los mariachis! Y así fue. Luego el día de la gira, un miércoles 15 de julio del 2009, abordamos el avión en el aeropuerto internacional de SPS, y cuando este alzaba el vuelo comenzamos a sentir esa sensación rara al estar en el interior de ese gran pájaro de lata. Bien, Esteban (como siempre) se enamoró de la aeromoza, Gimena escuchaba música, Julissa tomaba fotos por la ventana, el padre Jack leía algunas de las revistas del respaldo del asiento, y mientras Chito dormía yo terminaba de leer ”El señor presidente“ de Miguel Ángel Asturias.

Después de 2 horas y algo de minutos volvimos a sentir la sensación rara por que descendíamos, y admirados de como esta poblada la ciudad de México. Terminal 2 Benito Juárez, y adentro de esta hicimos nuestros respectivos chequeos de nuestros salvoconductos y ya cuando terminábamos de recoger las maletas escuchamos los gritos de una persona que aprovechaba a hacerlo mientras la puerta de salida se abría y cerraba por si sola. Era Héctor Lezama "Honduras la fragua" Estudiante de la ENAT y con el nos recibió el antropólogo Eduardo Negrete y Adriana, que forma parte del Teatro de Emergencia que el padre Jack formó allí en México , y con ellos se sumó Baltimore, un buen amigo y también actor, tenía una pancarta que decía: ¡Bienvenidos teatro la fragua Honduras! Ellos cuatro estaban muy felices de que estuviéramos allí, nos demostraron tanto cariño, tanto respeto y mucha sencillez que para nosotros es como si hubieran habido mas de cien personas, ellos aman mucho el teatro, aman muchísimo a la fragua, quedé sorprendido al saber que ellos querían estar en mi pellejo. Pocos minutos después apareció "TNT" de El Salvador, quienes se irían inmediatamente a Agua Dulce, Veracruz, con el padre Jack a impartir talleres, y conferencia de prensa. Adriana y Eduardo nos acompañaron a Nezahualcoyotl, a pocos minutos de la ciudad de México, vimos una función del "Grupo los Cinco". Cenamos una enorme torta, y despué nos aventuramos al centro de la ciudad, paseamos por la avenida reforma, vimos las Expocisiones de pintura y esculturas, el monumento a la independencia, el Homenaje a Benito Juárez, el Palacio de Bellas Artes, El Templo Mayor, La Catedral ¡ah! Plaza Garibaldi, los mariachis ¡wow! Había tantos mariachis como arroz. Se colgaban de los carros preguntando: (Mariachis) ¿les tocamos una? Mucha competencia de mariachis peleándose por los clientes. Bien, después de visitar Bar Tropicana nos fuimos a Nezahualcoyotl a hospedarnos a un lugar que se llama "Violencia".

Al día siguiente nos presentamos a las 12:00 del mediodía, nuestro trabajo fue de mucha aceptación pues era un publico virgen, nunca antes habían presenciado un espectáculo como este. En el público estaba Gabriel Negrete y su amigo Fernando Ortiz; Gabriel nos ofreció hospedaje en su casa e improvisó una `presentación en el Teatro Galeón el día sábado 18. Gabriel tuvo que salir a otro estado a hacer unas diligencias, pero nos dejo en manos de Salvador Navarro y con su querida hermana Berta (por cierto cocina muy rico).

El día viernes 17 fuimos a las pirámides de Teotihuacan, la ciudad donde los hombres se hacen dioses, y con la ayuda del antropólogo Eduardo Negrete hicimos el recorrido, subimos y bajamos la pirámide del sol y la luna, apreciamos las pinturas y relieves que decoraban los edificios que aun se conservan como el mural del tigre. Subimos donde los dioses hacían sus estudios de astronomía y se comunicaban con los dioses del inframundo. Cuando abandonamos uno de patrimonios de nuestro continente, nos fuimos a casa de Adriana a comer tacos con mucho chile (me comí 15 tacos). Viajamos en el metro para llegar a casa de Gabriel.

Al día siguiente, la función improvisada en el Teatro Galeón, otra vez muchos aplausos por parte de los niños, y de varios miembros de grupos teatrales que estaban allí quedaron satisfechos con Las Aventuras de Tío Coyote y Tío Conejo. Orgulloso de representar a mi país en uno de los escenarios más apetecidos por muchos grupos de la ciudad de México. De volada nos fuimos al Zócalo e impresionado por lo que el antropólogo nos había dicho que antes era Tenochtitlán y en mi cabeza vagaba la idea que la ciudad estaba en medio de una laguna y no podía concernir que los dioses y esos grandes templos yacían debajo de todos esos edificios coloniales. Descansamos en casa de Gabriel ese sábado, y al día siguiente, día domingo, adivinen qué -- ¡19 de julio, cumplimos 30 años! Y como en la visa dice que íbamos en calidad de turistas, nos fuimos a Chapultepec. Como apertura de nuestro festejo conocimos el Castillo de Chapultepec por dentro y por fuera, el lago, el zoológico, etc. Y para enriquecer nuestros conocimientos de antropología, nos fuimos al Museo de Antropología e Historia. Pero para ello nesecitábamos el auspicio de nuestro querido antropólogo Eduardo Negrete, ya que él era quien tenía a los convidados Fraguas a su mesa, nos recibió con una peluca postiza y un bigote largo blanco, parecía un maestro de la UNAM jubilado. Bien, nos acompañó en nuestra gran empresa, nos dio la bienvenida Tlaloc, el dios de la lluvia, es un enorme monolito situado en la entrada del museo, y vaya vestigios que habían adentro, que impresionante, que Potosí de cultura. Y de paso aprovechamos una exposición de piezas que estaban en bodegas y que serían exhibidas hasta el mes de agosto, entre ellas estaba Quetzalcoatl, la serpiente emplumada, pudimos apreciar los trabajos de jade y obsidiana; el antropólogo me amonestó por que toqué el disco de la muerte con mis manos pues era prohibido y también tomar fotos. Para terminar el festejo de los 30 años tomamos vino en casa de Gabriel, nos despedimos de Berta su hermana, y de su amigo Salvador Navarro, y nos fuimos de nuevo a Nezahualcoyotl, allí vimos una presentación de un grupo que se llama La Orquesta Filarmónica Lavandero, después de la función nos entregaron un reconocimiento por fortalecer la cultura en ese lugar. Conversamos con el alcalde quien nos facilitó un autobús expreso hasta Agua Dulce, Veracruz, pero antes nos dio una medalla de plata a cada uno y tequila.

Salimos a las diez de la noche y llegamos a las 11 de la mañana por que Miguel Ortiz no se acordaba del camino, dormimos toda la tarde y en la noche presenciamos un grupo teatral, unas chicas muy talentosas que se llaman "Las Enumeradas" el día martes nos presentamos en Tonalá a las 12:00 del mediodía. El clima de Tonalá y Agua Dulce es igual que al de El Progreso y SPS, la única diferencia que en Agua Dulce el agua potable sale de la llave caliente. Bueno, nos presentamos en un parque cerca del mar, en la grama; al final de la presentación los niños de Tonalá nos cantaron "Las Mañanitas" conducidos por Guillermo Navarro, a las personas de Tonalá les encantó la fragua, tanto, que llevamos camisas para vender y no quedó ni una. Nos marchamos a Agua Dulce para almorzar y otra vez nos celebraron los 30 años, con un almuerzo especial y un pastel donado por el alcalde. A las 5:00 p.m. nos presentamos en una escuelita de una aldea que se llama El Pesquero y otra vez esos aplausos que me llegan al alma, la gente de esa aldea no sabía donde se ubica Honduras en el mapa, hoy la tienen en su corazón.

Termino nuestra gira en esa aldea, tuvimos mucho éxito, el resultado fue feliz, aunque no en el cuento para Tío Coyote.

Nos regresamos a las 10:00 p.m. a la ciudad de México; nos despedimos de los otros artistas y viajamos juntos con Las Enumeradas y TNT; llegamos tipo 7:00 a.m. el día miércoles al aeropuerto. Cuando hacíamos fila para chequear el pasaporte apareció como un fantasma el antropólogo Eduardo Negrete, con su sombrero y un traje negro y una plaquita prensada en su lado izquierdo, donde se localiza el corazón, la plaquita era la bandera de mi país. No sabía que decir, fue una obra muy tierna por parte del Fantasma de Canterville, apareció en un santiamén, en un pestañear, y nos preguntó: ¿les puedo ayudar con las maletas caballeros? Nos había demostrado desde el primer día con tanta euforia, con mucho fervor, cuanto nos estima, y nos considera grandes artistas (hizo la pancarta el primer día con sus propias manos, fue nuestro edecán durante estuvimos en la ciudad de México) nos demostró cuanto ama el arte, la música, la literatura, pero sobre todo La Fragua. Fuimos a desayunar dentro del aeropuerto junto con Blanca Gil y Adriana, y de repente, aparece alguien no muy cuerdo, pero que ofrecía muchos aspectos, ya que es bailarín, acróbata, músico, actor, cantante y locutor; además habla inglés, español, francés y portugués. Bueno, Héctor Lezama llegó a despedirse de nosotros. Y depués del desayuno y con un "Hasta pronto" de nuestros amigos nos despedimos. Llegamos a la puerta 7 y allí estaba ya TNT que compartía el mismo vuelo a SPS.

Honduras y El Salvador, países invitados en el tercer encuentro de creadores teatrales independientes. Regresamos a Honduras triunfantes de esa gira y nos da gusto que Las Aventuras de Tío Coyote y Tío Conejo haya sido del agrado de ese inmenso país, ese jade, esa joya que es México.