Temas y Opiniones / Billy Peña

Hace pocos días tuve la inolvidable experiencia de visitar el teatro la fragua en El Progreso, Yoro, atendiendo gentil invitación de mi particular amigo, doctor Guillermo Mahchi, eterno enamorado de nuestra cultura y nuestras tradiciones.

De antemano sabía que la experiencia sería única puesto que estaría conociendo a personas que dedican todas sus horas de vigilia al teatro...al teatro que nace de las raíces y las entrañas del pueblo y que sirve como un vehículo de comunicación y expresión al mismo pueblo de donde surge. Y fue así como el jueves anterior, en horas de la tarde, volví - después de treinta años - a visitar el antiguo Club de Golf de El Progreso, ahora convertido en un auténtico teatro, novedoso y experimental. De pronto me sentí transportado... me sentí entre gente de teatro, muy especialmente por que los integrantes del teatro la fragua se preparaban a iniciar su tercera temporada de expresión artística, la cual fue inaugurada el viernes con la obra "CUENTOS HONDUREÑOS" . Durante mi visita vi grupos instalando el sistema de luces, otros decoraban lo que sería la escenografía, mientras unas niñas bailaban ballet bajo la dirección de la famosa balletista Flor Albergue. ¡Imposible que todo esto estuviera sucediendo en un lugar en donde hace treinta años sólo se bebía y se jugaba al golf! Pero todo era hermosa realidad... y bien hubiese creído estar en las entrañas profundas de un teatro en Nueva York o en París.

Conocí al fundador de la fragua, el sacerdote jesuita Jack Warner quien se estableció en El Progreso hace aproximadamente once años y desde entonces se ha dedicado de lleno a dirigir el teatro, a llevar el teatro a los pueblos y aldeas... SI EL PUEBLO NO VA AL TEATRO, EL TEATRO VA AL PUEBLO - creo que esa es la mística del padre Warner, quien es profesionalmente asistido por once jóvenes que integran el teatro la fragua.

Warner, entrenado en el arte dramático en el Teatro Goodman de la ciudad de Chicago, llegó a Honduras en 1979 con la idea - un tanto quijotesca - de iniciar aquí una compañía de teatro. Llegaba inspirado por el "Teatro Campesino" que había iniciado Luis Valdez en California. Warner empezó a "reclutar" jóvenes de las calles y los billares, así como de las iglesias... y empezaron a trabajar arduamente, como lo hacen todos los actores. Ahora, once años más tarde, el teatro la fragua ofrece al público un repertorio de obras nacionales e internacionales y por toda Honduras más de 600 jóvenes se están dedicando al teatro con ávido interés pero sin perder de vista el trabajo y el sacrificio que - en este caso excepcional - representa el teatro. "El arte y la religión surgen de las mismas raíces en el hombre; de la necesidad que tenemos de sentir algo que existe más allá de nosotros mismos", ha dicho el padre Warner. Su misión es la de ayudar a las personas a verse realizadas observando, y a la vez participando en el teatro.

La tercera temporada de expresión artística de teatro la fragua se ha inaugurado el pasado viernes (18 de mayo) y concluirá hasta el 7 de julio próximo. Además de las magníficas actuaciones de los integrantes de la fragua, también se presentarán los siguientes grupos: SON CINCO, cuadro de danzas modernas; COLECTIVARTES que estará presentando el concierto titulado "Retratos", EL TEATRO LATINO, (títeres) en la obra titulada EL GLOBO y además de "Cuentos Hondureños", el teatro la fragua estará presentando la obra "SOLDADOS", drama magnífico que fielmente retrata nuestra realidad que, en ocasiones, es deshumanizante. El 6 de julio se presentará la película titulada ¡TEATRO!, un documental que versa sobre el teatro la fragua, filmada en la ciudad de El Progreso y dirigida por los norteamericanos Ruth Shapiro, Edward Burke y Pamela Yates. La señorita Yates es una notable cineasta independiente que tiene a su crédito más de 20 filmes sobre Centro América y en 1986 recibió un Oscar de la Academia de Ciencias Cinematográficas de Hollywood por su filme documental "TESTIGO DE GUERRA".

El 7 de julio, teatro la fragua cierra su tercera temporada artística con la presentación de la obra "Las dos caras del patroncito".

Creo que la existencia de un teatro como lo es la fragua, es, no sólo de enorme importancia, sino esencial en nuestro medio, en donde ha tenido una asombrosa aceptación, a pesar de que muchas de sus obras son denunciadas de un sistema social que, para muchos, resulta opresivo. Estas obras de teatro, que como antes señalé, reflejan los sufrimientos del pueblo, sirven a la vez para que el mismo pueblo pueda verse retratado - no por el lente sofisticado de un aparato fotográfico, ni por el pincel del pintor que idealiza - sino por los movimientos, el lenguaje y la actuación de actores que convierten el sufrimiento y las alegrías del pueblo en una fórmula sublime - y objetiva - del arte. Esta es la razón por la cual el teatro la fragua goza de tanta popularidad en las áreas rurales donde se presenta: en pequeños poblados en los departamentos de Atlántida, Colón y Santa Bárbara, así como en su sede principal, la ciudad de El Progreso.

Las obras que presenta la fragua ponen al pueblo en contacto directo con su pasado histórico a la vez que lo inspira a tener fe en un futuro mejor. Es un teatro, pues, que no sólo deleita sino que instruye y construye.

Desde esta columna del pueblo felicitamos al Padre Warner y a todos los integrantes del teatro la fragua no sólo por el desinteresado amor que sienten por Honduras sino por la conciencia, la fe y el optimismo que, a través del drama, despiertan en todos los hondureños.

Que esta tercera temporada de expresión artística sea una vez más de continuados éxitos.

--Billy Peña,
TIEMPO: 21 May, 1990