19 de noviembre 2003.
CAM part/03

Rev. P. Jack Warner S. I.
El Progreso

        Querido P. Warner:

        Al recibir en esta curia el calendario de la fragua 2004 me hice consciente de que este año están ustedes celebrando las bodas de plata. Y mi reacción espontánea es la de escribirle felicitándole muy sinceramente por esta obra, fruto de sus desvelos, que tanto bien ha hecho, tanto compromiso ha despertado y tanta belleza ha sabido plasmar.

        A quienes no conocen su obra -y aquí incluyo también el trabajo de todos sus colaboradores a lo largo de este cuarto de siglo- les parecerán a lo mejor exageradas mis expresiones. Pero yo soy consciente de cómo ha sacado usted toda esta realidad "desde la nada" y muchas veces con poca colaboración y apoyo, con el enorme mérito de inculturar la técnica del teatro moderno en la realidad primaria de los pueblos y aldeas de Honduras sin por eso perder calidad estética y fuerza comunicativa. Y no puedo olvidar la creatividad que ha significado el haber hecho del teatro la fragua un instrumento eficaz de evangelización explícita en las representaciones bíblicas que tanto éxito han tenido entre el pueblo y tanta admiración han despertado en los profesionales. El calendario que me ha enviado es una buena síntesis de la labor realizada a lo largo de estos 25 años.

        Por eso tiene mucha razón Carlos Mario Castro cuando recuerda que el teatro es un arma pastoral de la Compañía de Jesús desde hace siglos. Está usted muy dentro de la tradición jesuítica y ha sabido renovarla creativamente en Centroamérica.

        Por todo ello le doy gracias a Dios: el Señor le ha dado grandes dones artísticas y usted ha sabido ponerlas al servicio del pueblo y especialmente de las mayorías pobres. Sin duda que el Espíritu le llenará el corazón de consolación y todo conducirá a un "mayor servicio, alabanza y gloria de Dios".

        Con todo afecto y estima en el Señor envío mi bendición para usted y para todos los colaboradores del teatro la fragua.

"Cristo era el más grande de los artistas... Pero despreció el mármol, la greda, las pinturas, y prefirió trabajar sus obras en la carne viva de los seres humanos. No hizo estatuas, cuadros ni poemas. Hizo seres inmortales, creó los instrumentos gracias a los cuales los hombres y mujeres podían hacer de sus vidas una perfecta y bellísima obra de Arte"

--Mario Vargas Llosa, El paraíso en la otra esquina