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Vol. xxvii #2

Junio 2006



Candilejas de Luciérnagas

Lorena Lansing




La gira anual de la Semana Santa había sido planificada desde hace varias semanas: cinco días y cinco pueblos de la costa caribeña con presentaciones en las iglesias y centros comunitarios. Presentamos El Asesinato de Jesús, obra que el teatro la fragua ha puesto en escena durante 20 años y que se ha vuelto una tradición tanto para actores como para las diferentes comunidades de toda Honduras.

Llegamos a Trujillo, nuestra primera y más distante parada, luego de 6 horas de viaje. Trujillo es uno de los mejores secretos de Honduras, libre de turistas pero lleno de historia y de playas tranquilas. Yuma, actor veterano, y Edy, nuestro director, sugirieron que echáramos un vistazo al lugar. Heidi, una actriz australiana, y yo - la sonidista gringa - estábamos listas para convertirnos en turistas luego de varios meses de arduo trabajo en el teatro. Nos dirigimos hasta la Fortaleza de Santa Bárbara, donde conquistadores españoles protegían las exportaciones de oro y plata de los piratas caribeños.

Trujillo es el punto donde Cristóbal Colón desembarcó en su tercer viaje, la primera vez que tocó tierra firme americana. Colón se dio cuenta que las aguas del área fueron muy profundas, y por eso la denominó el Golfo de Honduras, o el Golfo de los Abismos. Hubo varios enfrentamientos para obtener la posesión de la bahía entre Hernán Cortés y su teniente Trujillo; éste ganó el derecho de formar la villa que se transformó en la primera capital de Honduras. La villa ganó prominencia como un puerto de exportaciones de oro y plata sacados de las minas del centro del país, pero eran fácil botín para los piratas: por esa razón, los españoles construyeron la fortaleza que sigue en pie.

La pequeña edificación iluminada con luz amarilla, rodeada de grama y grandiosas pasarelas de piedra: el lugar perfecto para nuestra presentación. La escenografía: una fila de cañones oxidados y la Bahía de Trujillo.

Heidi y yo nos quedamos pasmadas. Comenzamos a probar la acústica y marcar los movimientos de los actores, y Edy comentó que el sacerdote de la iglesia anfitrión estaba de acuerdo. Como niñitas emocionadas que acaban de encontrar un lugar para crear un club secreto, corrimos hacia donde estaban los demás para decirles lo maravilloso que sería presentarnos allá -un lugar histórico, que también sería un desafío para los actores, en vez de las mismas iglesias y centros comunitarios que se habían convertido en rutina durante los últimos 20 años.

Babeábamos las descripciones y proyecciones, pero una clara contradicción apareció: Yuma repetía testarudamente: "No deseo actuar en la fortaleza. Sólo actuaré en la iglesia" Me quedé pasmada, y me volteé hacia él para ver si estaba bromeando, ya que conociendo bien a Yuma todo lo que él dice es para hacer que la gente ponga el grito al cielo. Lo miré fijamente a los ojos; no estaba bromeando y sí quería actuar en la iglesia. Le pregunté el por qué y sólo me respondió que ya estaba acostumbrado a actuar allí y que le gustaba el lugar. No podía creer lo que estaba escuchando: a una de las personas con mentalidad más abierta del teatro deseando apegarse a las más reacias de las tradiciones. Heidi y yo exagerábamos nuestras descripciones para convencer a Yuma y a algunos de sus muchachos más jóvenes que lo seguían, que valdría la pena el esfuerzo. Pero Yuma siguió con su misma terquedad.

Discutiendo y peleando como niños, todos nos regresamos al centro donde nos alojamos, y decidimos hacer una votación. Heidi y yo levantamos nuestras manos enérgicamente, viendo alrededor a nuestros camaradas que habían estado en la fortaleza con nosotras y también aquellos que habían dicho que actuarían en cualquiera de los sitios. Esperabamos que ellos tendrían el carácter de votar de acuerdo a su propia opinión en vez de seguirle la corriente al influyente líder. Pero las dos gringas fueron las únicas que levantamos la mano. Preguntamos quiénes querían actuar en la iglesia: tres levantaron sus manos, incluyendo a Yuma. Heidi y yo no podíamos creer que los demás no querían ni siquiera votar. Pasamos nuestra mirada de Dementoras hacia los traidores. Pedimos una nueva votación luego de reasentar nuestra posición de gringas democráticas: tenían que votar por su propia convicción, no por lo que alguien les haya dicho. Así que volvimos a votar: solo un voto más se sumó en apoyo de la fortaleza, creando un empate de 3 a 3. Los peleles que no votaron se sentaron en la línea de banda a esperar el resultado de la situación.

Ya que había un empate, Yuma dijo que iba a llamar a Edy para que tomara la decisión final como director de la obra. Edy, grande y poderoso, entró y dijo "Ya que yo soy quién está a cargo, yo decido que actuaremos en la iglesia" íHeidi y yo no podíamos creerlo! Después de toda una noche que pasamos discutiendo con Edy que maravillosa experiencia sería el actuar en un nuevo espacio, él terminó arruinándolo todo.

Ya con la decisión tomada, algunos contentos y otros más que molestos, necesitábamos un poco de aire fresco para calmar las emociones, así que nos fuimos a la playa, Heidi y yo haciendo rabietas y acusando a los más jóvenes por no tener carácter propio. Yuma me preguntó si yo estaba molesta con él, y le grité "ííSÍ!!" No podía creer que mi querido Yuma que siempre cuenta con la mejor disposición hubiera cambiado el primer día de nuestra excursión en una horrible regresión a lo tedioso en vez de estar en la vanguardia de la creatividad, el camino que el teatro acostumbra escoger. Caminando pesadamente hacia la playa, varios grupos continuaron discutiendo. Tony, Joel y Rigo discutían el hecho de por qué no levantaron sus manos. Brice argumentó como los demás sólo siguieron la corriente a alguien en vez de escoger lo que ellos deseaban. Chito y Heidi discutían el por qué debíamos empeñarnos en cambiar y seguir adelante con el teatro. Hablaba con Heidi en inglés acerca de lo único positivo de esta ridícula situación: que todos estaban en realidad discutiendo cosas de las que ya habían estado hirviendo desde hacía algún tiempo.

El aire salado de la playa en realidad calmó un poco a la gente, pero para la hora en que todos regresamos al lugar a descansar, todavía había un resabio de frustración en el ambiente.

La mañana siguiente nos despertamos, desayunamos y salimos a la calle para que Edy nos llevara a la estúpida iglesia. Heidi y yo caminábamos pesadamente detrás de todos. Estábamos listos para girar a la izquierda hacia la iglesia, pero Edy tomó la derecha y se detuvo frente a la fortaleza. Allá estaba Yuma con el camión repleto del equipo y un aire de "te vacilé" en su sonrisa. íNo podíamos creerlo! +Nos estábamos deteniendo en ese lugar porque era allí donde íbamos a actuar? Miramos alrededor para ver la misma sonrisa en todas las caras del grupo. Las dos muchachitas blancas eran las únicas con la expresión de boquiabiertas. Toda la refriega fue orquestada por Yuma, Edy y el grupo sólo para molestar a las crédulas gringas. Yuma estaba ya en su acostumbrado papel de bromista. íÍbamos a actuar en la fortaleza!

Nos pasamos el día en el achicharrante sol preparando el equipo de sonido y luces, y practicando entre los cañones y la picante maleza. Finalmente estábamos listos. La fresca noche fue nuestro aire acondicionado y las luciérnagas nuestras candilejas. La fortaleza se llenó temprano, casi 1000 personas en los muros de piedra, algunas sentadas, otras de pie. El viento salado levantó las camisas, cabellos y faldas de los actores: una molestia para ellos pero un espectáculo para el público. El clima ayudó; un sonriente Dios que quería ver nuestra actuación contuvo la lluvia. Las luces iluminaban a los actores y sus rayos seguían hacia la infinitud del aire y del océano. La música y las voces reverberaban en las paredes de piedra y se mezclaban con las antiguas sombras de piratas y conquistadores. La absorta audiencia, especialmente los niños con ojos de asombro arrimados frente al escenario, captaron cada palabra y movimiento. Cuando el saludo de despedida, un gran aplauso resonó por toda la fortaleza como ecos de un cañón.

Así que después de toda la discusión y el arduo trabajo, el teatro y sus actores dieron otro paso nuevo, siguiendo las metas del teatro la fragua durante los últimos 27 años, cambiando con las condiciones variadas y ayudando a la comunidad para que cambie. Durante la semana hicimos presentaciones en el destartalado centro comunal de Bonito Oriental, en la cámara de ecos del centro cultural de Tocoa, en la cafetería de la primaria de Sonaguera: todos lugares adecuados para difundir la palabra y el arte del teatro la fragua. Sin embargo, ninguno proporcionó la belleza y el desafió de la Fortaleza de Santa Bárbara. Y ninguno enseñó al grupo los beneficios de escoger el camino del reto de la creatividad. Y por supuesto, ninguno presentó la misma oportunidad para mostrar las grandiosas triquiñuelas de Yuma.


[Lorena Lansing llega al teatro la fragua desde Denver, Colorado. En Junio del 2005, se graduó de la Escuela de Teatro de la Universidad de DePaul en Chicago con una Licenciatura en Bellas Artes en teatro, con periodismo como asignatura secundaria. Ella está enfocada principalmente en el área del teatro educacional para niños, con énfasis en narración de cuentos pluriculturales. Lorena se dedicará a trabajar durante un año con el teatro la fragua, para estudiar las técnicas del teatro y la cultura hondureña]






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