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Vol. xxx #3

Diciembre 2009


Fue el mejor de los tiempos,
fue el peor de los tiempos.




 

Los terremotos y México dominaron la vida de la fragua en el 2009. El teatro visitó a México varias veces, y los terremotos visitaron a Honduras.

El primer terremoto ocurrió el 28 de mayo, un huésped que llegó y se despidió muy a prisa, dejando una huella de destrucción. El segundo terremoto fue un temblor político que llegó para quedarse, un tele-adicto con sus colillas de cigarro y latas de cerveza vacías. No se sabe todavía por cuánto tiempo este huésped permanecerá en casa.

Siempre habíamos pensado que nuestra región no era de movimientos sísmicos, a pesar de que estamos rodeados de zonas muy propensas a ellos (Guatemala, El Salvador, Nicaragua). Los textos escolares afirman que esta región se encuentra fuera de las zonas de terremotos. Pero resulta que nos encontramos sobre una falla que ha permanecido dormida por siglo y medio; de repente decidió despertarse y darnos una visita. El temblor fue fuerte pero corto, así limitando el daño. El edificio del teatro aguantó el temblor pero el temblor encontró los puntos más débiles de la estructura, rajando algunas vigas que albergaban nidos de polilla. Todavía estamos reparando las vigas pero la polilla parece imperturbable.

El daño más grande fue el derrumbamiento de uno de los puentes de El Progreso sobre el río Ulúa; a lo mejor lo ha visto, puesto que la foto del hueco que dejó fue difundida a nivel mundial. Este puente une a El Progreso y toda la Costa Norte con San Pedro Sula. Para colmo de males, el temblor dañó otro puente en la carretera que va para Tegucigalpa. Desde entonces otros temblores se han dejado sentir con frecuencia para recordarnos que ahora tenemos que agregar nuevos peligros a la lista.

El año había comenzado bastante normal. En febrero iniciamos las clases de la escuela de ballet. La novedad de este año fue que nuestros actores ahora dan clases a los niños en tres escuelas técnicas de los Jesuitas en El Progreso y sus alrededores. Esto fue un vibrante recurso que aportó a los ya existentes y permitió al teatro una nueva participación dentro de la comunidad.

En marzo, Edy Barahona fue a Waukeshau, Wisconsin, para dar un taller a los estudiantes de teatro y de español en la universidad de Carroll. El resultado fue la presentación de una de nuestras obras -- Un Sueño Nuevo -- en Spanglish.

Abril vio el primero de tres viajes a México. Mientras la compañía la fragua presentaba La Pasión en varios lugares de El Progreso, yo viajé a México para dar talleres sobre las técnicas del Teatro de Emergencia. Durante varios años hemos estado colaborando con el Ministerio de Cultura de México en esto. Esta vez fue una semana en la Ciudad de México y otra semana en Puebla.

En Mayo comenzamos el proceso de transformar cuentos en obras de teatro. Nos basamos en una serie de cuentos para niños por el escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias. Asturias es uno de los escritores más importantes de Centro América; el único hasta ahora que ha ganado el Premio Nóbel de Literatura (en 1967). Asturias escribió esta serie de cuentos para sus propios hijos -- no fueron escritos con intención de publicarse.

Durante este intervalo estuvimos organizando nuestra Temporada de Expresión Artística, para julio y agosto. Ofrecemos una mezcla de nuestras propias obras alternándose con presentaciones de otras compañías de teatro, teniendo así algo diferente en la cartelera de cada fin de semana. ¿Su modelo? Un repertorio de verano a la antigua, retornando a mi formación básica en el teatro como público de la opera "Muny" de San Luis.

Al ocurrir el primer temblor a finales de mayo, tuvimos que emprender reparaciones a toda prisa durante junio para que la estructura del edificio pudiera soportar el peso del público. Sucedió que cuando las reparaciones estaban a punto de terminar, el puente que conduce a Tegucigalpa se derrumbó. Durante el mismo día se sintió un segundo terremoto, pero esta vez fue un temblor político, un golpe de estado. El mismo ha dejado al país en un estado de confusión y a la hora de escribir estas líneas, no muestra señales de resolverse.

Tuvimos que posponer la temporada. Toques de queda, estado de sitio y una situación política inflamable forzaron al público, nuestra audiencia, a quedarse en sus casas. Sin público no podía haber ninguna representación.

Entonces fuimos a México, un alivio del sofocante clima político en casa. Hicimos cuatro presentaciones en contextos completamente diferentes. Uno de ellos fue en el Centro Cultural del Bosque en la Ciudad de México. Este es el complejo a la orilla del Parque de Chapultepec, que puede compararse con el Lincoln Center de Nueva York. Hubo otras tres en espacios alternativos: en Ciudad Nezahualcóyotl de la Ciudad de México y dos más en Agua Dulce, una municipalidad en el estado de Veracruz. Además un taller de tres días en Coatzacoalcos, en Veracruz. La compañía de actores regresó a casa exhausta pero satisfecha, e inmediatamente nos sumergimos de nuevo en la triste realidad nuestra: gente protestando cerraba el paso del único puente en servicio que conducía del aeropuerto hacia El Progreso. Tuvimos que esperar más de tres horas en el aeropuerto antes de poder llegar a casa.

Las siguientes semanas las pasamos dando vueltas tratando de ver cómo rescatar la Temporada. Pudimos contar con el recital de la escuela de ballet de mediados de año el primer fin de semana de agosto. Sala llena asegurada -- los tíos, tías, primos y abuelas. ┐Pero después de ese fin de semana? Nos sentimos silenciados. Luego el voto decisivo llegó en un mensaje por correo electrónico del Ministro de Cultura en el exilio. Escribió:

Recuerdo que cuando Hitler tomaba y ardía Moscu, la Sinfónica insistió en hacer su concierto. El arte no debe cejar ni por un instante frente al fascismo; es su antídoto. Estoy orgulloso de los jesuitas en Honduras; salvan lo poco que me queda de fe pecadora. Me encantaría estar con ustedes si no fuera porque sospecho que lloraría viendo el ballet.

Nuestro silencio terminó. Mejor una temporada troncada que ninguna temporada. Tuvimos que apresurarnos para encaminar la cosa de nuevo: re-enfocando las luces que el primer temblor había convertido en un caos completo, a imprimir etiquetas engomadas para los afiches (los cuales habíamos recibido de la imprenta unos pocos días antes del golpe, y que ya habían sufrido la humillación de haber sido corregidos con etiquetas engomadas cuando el programa de la primera semana se había cancelado).

La Temporada ya revisada se llevó a cabo desde principios de agosto hasta mediados de septiembre. Se estrenó la nueva pieza de Asturias, la cual habíamos seguido desarrollando durante todo esto. Junto con la pieza de Asturias se incluyó una pequeña farsa peruana cuyo tema es un golpe de estado.

Al finalizar la Temporada, nos metimos en ensayos para otra gira por México. Esta vez el plato fuerte fue un festival en Morelia además de presentaciones en festivales en Colima y en la Ciudad de México.

Esta vez llevamos dos obras, una para espacios alternativos y la segunda -- El Arte, la Verdad y la Política, una introducción a la obra de Harold Pinter -- para espacios más formales. Como la suerte y los temblores proponen, se hizo la primera presentación en el mismo día que el depuesto presidente entró a Honduras, tomando refugio en la Embajada de Brasil. Fue una experiencia muy conmovedora representar el Pinter bajo estas condiciones así como cuando en el año 2001, representamos el Romero de las Américas en Cleveland, el mismo día que los Estados Unidos comenzó el bombardeo en Afganistán.

Así que este año el compás de los martillos y de los serruchos se une a la melodía de los villancicos. Estamos trabajando para reponernos de la visita del primer terremoto y al mismo tiempo para reducir el daño que el temblor político trajo a nuestras casas. El último recital de baile está casi listo, y estamos preparando Navidad Nuestra, como lo hemos hecho en años recientes, incorporando a los jóvenes y niños para que continúen forjando la tradición del pueblo. Y la música de esa tradición nos recuerda que hemos sobrevivido para celebrar nuevamente la visión de paz, una visión que deseamos nos venga a visitar muy pronto.

Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo.

Jack Warner sj







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